Mucho se ha hablado sobre el problema de las humedades en edificios, garajes y sótanos, así que en Estrusec queremos explicarte con más detalle en qué consisten estas humedades, en concreto, hoy vamos a hablar de las humedades por capilaridad, las cuales no solo son las más comunes, sino que las podemos encontrar tanto en edificios antiguos como en edificios nuevos. La antigüedad del inmueble no es un factor decisivo, lo que hace que aparezcan estos problemas es la capilaridad, un fenómeno físico que se da únicamente en muros con contacto directo al suelo o con agua.

¿Qué es la capilaridad?

Es una característica de los líquidos que hace que éstos puedan subir cuando se encuentran en el interior de conductos pequeños, poros o tubos capilares, dependiendo de la tensión superficial. Por ejemplo, si tenemos un recipiente con agua e introducimos un tubo estrecho en posición vertical, una parte del agua ascenderá por el tubo hasta alcanzar una determinada altura, que será la equivalente a que el peso del líquido sea igual que su tensión superficial. Si el tubo es más ancho, subirá menos agua, y si el tubo es extremadamente fino, la cantidad de agua que ascenderá será superior. Hasta aquí, no parece haber ningún problema, pero vamos a ver cómo afecta la capilaridad a las construcciones.

Las humedades por capilaridad

Al igual que los tubos capilares, los muros y las paredes de nuestros edificios hacen a su vez de vasos conductores de líquidos, absorbiendo el agua como si fueran esponjas y haciendo que ésta ascienda por los muros formando humedades. En este caso, la altura que se alcance no solo depende de la tensión superficial o del peso del líquido, sino que la porosidad del material utilizado para la construcción, la humedad presente en el ambiente o la evaporación, son factores determinantes. En cualquier caso, en Estrusec contamos con un gran equipo de profesionales que te ayudaran a encontrar la mejor solución para las humedades por capilaridad que puedan existir en tu edificio.

Comments are closed.